Su significado en sánscrito es “multiplicado por mil”. Su símbolo es un halo de mil pétalos blancos, sinónimo del infinito. Su color es el lila, morado o transparente.
El conocimiento y trabajo con este chacra, profundiza en el conocimiento de de la comunicación y la interconexión con todas las cosas y todo conocimiento. Quedando así abiertos a a las posibilidades de la infinitud del espacio y el tiempo. El sahasrara nos vincula con la energía y el pensamiento cósmicos. A este nivel abandonamos el intelecto y las limitaciones.
Las partes físicas o corporales que se le asocian son:corteza cerebral, parte superior del cráneo, la piel y la glándula pineal.
Hagamos un chequeo a nuestro séptimo chacra:
– Demasiado abierto: actitud psicótico maníaco depresivo, expresión sexual confusa, confusión.
– Bloqueado: constantemente agotado, incapacidad para tomar decisiones, sin sentimientos de pertenencia
– Equilibrado: personalidad magnética, logra milagros en la vida, trascendente, en paz con el ser.
Elementos para nuestro altar:
– una tela de color blanca, o lila
– un jarrón con agua y flores naturales de tono morado o blanco
– el mineral en esta ocasión será un diamante herkimer y una amatista
– una imagen de Shiva
– una pirámide de cuarzo cristal
– una vela blanca
– incienso
A continuación te facilito una meditación para que puedas trabajar con el:
La próxima semana haré un repaso de todo lo visto hasta ahora.
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