Como madre me pregunte muchas veces como resolver conflictos que surgen en la familia en relación con los hijos, para que se de la solución de un modo armonioso para todos y sin caer en el autoritarismo.
 
He leído mucho sobre el tema y ante todo creo que lo más importante es lograr el vínculo de apego del niño a sus padres, que sea una relación creciente de afecto y mutuo respeto.
 
En la mayoría de los casos los conflictos surgen cuando los niños se sienten apartados o no queridos por no identificarse con el punto de vista de sus padres al aplicarles disciplina. Por ello es mejor utilizar el método de interiorización, es decir mediante el razonamiento y no la imposición. 
Disciplina no significa castigo, es guiar con decisión, hacer cumplir estimulando y razonando, es construir autoestima y a la vez corregir el mal comportamiento.
 
 La autoridad esta basada en la responsabilidad de ser padre y las obligaciones de enseñar, educar, formar y corregir, pero siempre con respeto hacía el otro, con cariño, y comprensión ante el hecho de que nadie nace enseñado y de acuerdo al razonamiento propio de cada edad. Además es muy importante que nuestro comportamiento como padres sea un reflejo y este en consonancia con las ideas que intentamos inculcarles.
Las principales razones por las que los niños y los jóvenes se portan mal son:
– para satisfacer sus propias necesidades
– porque no saben hacerlo mejor
– inmadurez física o mental
– la curiosidad 
– desconocimiento
– rebeldia
* Nunca lo harán para molestar.
 
Pero sea cual sea la causa de un mal comportamiento debemos aclarar por que esta mal, y cuales son las consecuencias con el fin de que no se vuelva a repetir. Hay que explicarles lo que se espera de ellos a su edad, como comportarse, las normas y valores de convivencia, haciendo que entiendan que detrás de cada norma hay una razón lógica. 
 
Es muy importante enseñar a nuestros hijos a convertir sus sentimientos en palabras en lugar de acciones basadas en la rabia o la violencia. Debemos permitir que se expresen. Y realizar una escucha activa, es decir permanecer atentos y tratar de entender lo que siente, evitando juicios morales, consejos rápidos, sermones con frases hechas, ridiculizarle, la ironia, ponerle etiquetas y ser negativos. El método «Nadie pierde» es ideal para resolver conflictos, e implica buscar soluciones a través del diálogo y la negociación.
 
Recordad que los problemas los abordamos juntos, en familia y que una técnica de resolución de problemas es:
 
1º Definir el problema de forma breve
2º Torrente de ideas para solucionarlo
3º Evaluar las ideas
4º Seleccionar una idea que sea aceptable por todas las partes implicadas
5º Probarla
6º Evaluar su efectividad
7º Decidir si se resuelve o no el problemas para buscar otras posibles soluciones
 
Lo más importante de todo es una buena comunicación, y para aprender más sobre ello aquí os dejo un link de un buen libro que una gran amiga me recomendó:

Como hablar para que los niños escuchen y como escuchar para que los niños hablen

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