Mi camino espiritual

He sido bendecida a vivir con el nombre espiritual Chandra Kamal Kaur, que significa la Princesa/Leona de Dios que personifica humildemente la energía brillante y tranquila de la hermosa luna en el mundo, así como la pureza y equilibrio del loto sagrado que se eleva hacia el cielo mientras permanece conectada de forma confiada a la Tierra, pero no limitada por ella.

Desde siempre me sentí diferente, como un extraterrestre al que se olvidaron en la Tierra. Nunca pude comprender la violencia, el odio, la tiranía, el autoritarismo, la inflexibilidad, la traición,….y todos aquellos aspectos de “la sombra” de la Tierra. Durante muchos años me vi sometida abusos de muchos tipos: burlas en el cole, rechazo social al comienzo de la adolescencia, mobbing laboral, e incluso abuso sexual durante la niñez. Quede enterrada bajo toneladas de dolor, de incomprensión, sin saber muy bien que estaba haciendo aquí y porque me pasaba lo que me pasaba. Escondí mi dolor bajo una gran coraza y múltiples mascaras para que nadie me volviera a herir, para sacar fuerzas de donde casi no quedaba nada y poder continuar con mi búsqueda de respuestas, para sanarme, para soltar, para encontrarme.

Me busque de muchas maneras.

Desde las ciencias esotéricas me mostraron varios de mis aspectos como la capacidad de ver las lineas del tiempo y las posibilidades más probables a través del Tarot y otros oráculos.

Por salud me inicie en Santería, pues fui victima de un trabajo de magia negra que casi termina con mi vida, el amor y la pureza de la Santería espiritual (nunca con sacrificios ni magia roja) me devolvió la salud, y me otorgo la conexión con dioses o energías de la Tierra. Todas sus amables deidades me ofrecieron su protección y cuidado y desde entonces los llevo en le corazón y forman parte de mi vida. Me mostraron quienes eran mis guías principales y como comunicarme con ellos, descubriendo así mi mediunidad. Juntos ayudamos a otras personas a sanar de magias y males de ojo.

Mas tarde llego el desarrollo personal, que me ayudo en mi autoconocimiento, sobre todo a nivel mental y emocional.

Y cuando pedí a mis guías que me ayudasen a aprender a meditar me llevaron hacía varias asociaciones que me enseñaron diferentes formas de meditar y sobre todo a conocer mi cuerpo energético y como trabajar con mi energía para encontrar el equilibrio y la armonía.

Tras el conocimiento de mis cuerpos mentales, emocionales y energéticos surgió la necesidad de conocer mi espiritualidad, mi verdadera esencia, quien soy, de donde vengo y lo que he venido hacer aquí…y esta necesidad me llevo al desarrollo de múltiples habilidades como: las maestrías de Reiki y Registros Akashicos, gemoterpia, Geometría Sagrada, Descodificación, Masaje Metamórfico, Terapia Floral….y un largo etc.

Sin embargo no terminaba de encontrar las respuestas que necesitaba, las cuales llegaron cuando decidí escuchar mi sabiduría interior, mi propio maestro, mi propia alma, que me pedía a gritos que soltara las mascaras, las corazas que me había puesto para evitar el dolor y diera el paso hacia el perdón, de mi misma y de los demás por todo el sufrimiento y dolor vivido en el camino recorrido, que me aceptase y amase plenamente sin juicios, respetando quien soy y lo que he venido hacer. Y entonces la magia lo inundo todo, y mis recuerdos llegaron…

Soy “una Indigo”, “una Semilla Estelar”, un ser espiritual único que ha venido a cambiar las cosas, a sembrar las semillas cósmicas necesarias para el cambio y la evolución de la Humanidad que ha de recordar las viejas memorias olvidadas de Mu, Lemuria y Atlantida, para que se pueda producir la ascensión de “Madre Gaia” , y cumpliendo mi contrato con ella aquí estoy.

Nací en Andromeda, y he vivido largo tiempo en Pleyades y Sirio antes de llegar aquí. Del lugar donde vengo aprendí a vivir en paz escuchando al corazón.

En esas otras dimensiones los seres que la cohabitan viven en continua colaboración, cooperación, co-creación, pues entienden que cada vida que vivimos forma parte de un plan mayor y que nuestras experiencias son aprendizajes por lo que ya no se hace necesario competir, todo cuanto necesitamos nos he dado, vivimos confiando plenamente en la vida. No existe la política ni los gobiernos, autoridades etc.. todos somos iguales y nos auto-gobernamos al hacernos responsables de nuestros propios actos, pues entendemos que todo acto tiene una consecuencia y que lo que yo hago afecta a los demás. Y así debería ser en la Tierra, ese es el camino de la ascensión y la misión que tenemos muchas semillas estelares que llevamos encarnando durante muchas, muchas vidas es hacer que la Humanidad recuerde, despierte y evolucione hacia lo que realmente son “seres espirituales y sagrados”.